Fernanda Riffo ''No va a cambiar mi forma de ser, mi forma de vivir. Solamente cumplí un gran sueño que tenía, pero sigo teniendo los amigos que tuve toda la vida, algo muy importante para seguir manteniendo los pies sobre la tierra. Ellos, mi grupo de trabajo y mi familia son muy importantes.”, dijo Juan Martín del Potro tras el recibimiento que el pueblo tandilense le realizo por haber ganado el US Open en Estados Unidos en el 2009. Este joven tenista nació el 23 de septiembre de 1988, en el barrio Falucho de la ciudad de Tandil, Buenos Aires. Su padre, Daniel Del Potro, fue jugador de rugby semi-profesional en Argentina y veterinario. Su madre, Patricia, es profesora de literatura y su hermana, dos años menor que él, se llama Julieta. Sin embargo, Juan Martín tiene un secreto que muy pocos conocen para preservar su intimidad y la de su familia. Cada vez que termina un partido, sobre todo cuando gana, Delpo hace la señal de la cruz y lanza un beso mirando al cielo. Este gesto es dedicado para su otra hermana, dos años mayor, que falleció en un accidente automovilístico en Lobería hace más de 15 años.
Aunque su familia es lo más importante, su entusiasmo por el tenis también comenzó desde pequeño. A los 6 años jugaba al futbol, otras de sus pasiones, en el Club Independiente de Tandil, y cuando llegaba temprano esperaba al resto en las canchas de tenis. Pero una tarde le prestaron una raqueta y al pegarle a la pelota se dio cuenta que también le gustaba. Entonces al otro día empezó a tomar clases de tenis. En ese mismo club se formaron Juan Mónaco y Mariano Zabaleta. Sin embargo, siendo tan pequeño, su entrenador en ese entonces, Marcelo Gómez, lo llevó a jugar, con solo siete años, su primer Nacional en Bragado, Provincia de Buenos Aires. De su primer coach el jugador recuerda: ‘’Tenerlo a él de profesor cuando sos chiquito es de lo mejor que te puede pasar, porque la tiene muy clara y ha entrenado a miles de jugadores. ’’
No obstante, el talento de Del Potro fue descubierto por el ex-profesional italiano de tenis y actual Manager Ugo Colombini, quien lo acompañó a través de las fases iniciales de su joven carrera, y todavía hoy es su agente y amigo cercano. Encargado de todas las negociaciones con empresas que quieren sponsorear a Delpo. Por su parte el ex tenista afirma que la imagen del argentino les interesa a muchas empresas en este momento, porque según asevera: ''Juan Martín no es un jugador argentino, es un jugador de impacto mundial." Además, en el ámbito local es Rafael Groppo quien cuida de la imagen, entrevistas y negocios de Del Potro. Por eso mismo, desde que ganó el Orange Bowl de tenis para menores de 14 años y con un talento descubierto a tiempo, Delpo firmó un acuerdo con Nike con sólo 15 años. Actualmente es una de las principales imágenes de las firmas Nike, Wilson, Sony Ericsson, Coca Cola, Rolex y Powerade.
Por otro lado, y de acuerdo con el principio de su era tenista, La Torre, como lo apodan a Juan Martin del Potro, aseguraba que le aburría entrenar, mirar tenis, practicar su saque y su movilidad. Pero que ahora al entrenamiento lo toma como un trabajo porque sabe cuales son sus objetivos y que para lograrlos debe entrenar horas y horas, practicar el saque millones de veces y hacer el doble de sacrificio para seguir mejorando. De esta manera, hace una importante referencia a su actual entrenador Franco Davín, al asegurar que: ''Me cambió mucho el juego, me cambió la cabeza casi un cien por ciento. Me genera mucha confianza verlo en las tribunas y tenerlo al lado mío todos los días. La verdad es que hoy en día soy lo que soy adentro de una cancha de tenis gracias a mi trabajo y a los partidos que gané, pero también gracias a la ayuda de él. Sin nuestra combinación no hubiera sido posible este presente’’.
En cuanto al colegio y sus amigos Juan Martín fue al San José, un colegio tradicional de Tandil, desde el jardín hasta 8º año. Pero tuvo que terminar a distancia, rindiendo materias libres por su dedicación al tenis. Sin embargo, entre entrenamientos y viajes a Delpo nunca se olvido de sus amigos de toda la vida, que según él son su verdadero cable a tierra. De esta manera, su entrenador asegura que sea cual fuere el resultado en los partidos, salen a festejar y pasar momentos juntos. Además el jugador señala que se reúne con ellos en su departamento cerca del Zoo de Palermo. Si es viernes, comen patitas de pollo con puré, escuchan música y se preparan para viajar a Tandil. Si es sábado, hacen una previa mientras toman vodka con jugo, fernet y cerveza, y luego salen hacia algún boliche. No obstante, la popularidad hace que Del Potro arrase con las chicas, manifestando que: ''Te encaran. Pero hay que saber diferenciar si la chica quiere estar con vos por quién sos o porque le gustas’’.
Por otro lado asegura que prefiere ir a lugares con perfil bajo y tranquilos. Porque tienen, tanto él como sus amigos, todo muy fácil: eventos, fiestas, vida nocturna, estar con modelos o que te saquen fotos y, a veces, es difícil decir que no, siendo tan jóvenes.
Finalmente, no puede dejar de lado su pasión por el futbol, sobre todo por Boca Juniors. Hoy se conoce la amistad que tiene con Martín Palermo, además de la admiración por el mismo, por Diego Maradona y Román Riquelme. Incluso cuando ganó el US Open, la institución xeneize le entregó un reconocimiento por su triunfo. El tenista asegura que su amor por Boca es de siempre, a tal punto que su abuelo le regaló una pelota de fútbol antes que la raqueta de tenis, y con la pelota vino la camiseta, desde ahí se hizo completamente fanático de Boca. Además afirma que: “Cuando estoy fuera se me hace difícil pero sigo a Boca por Internet o voy a algún restaurante que pase los partidos o a través de mensajes con mis amigos, que siempre hay alguno que está acá en la cancha y me pasa la información de último momento”. Claramente Delpo no puede separarse de sus pasiones: Boca juniors y el tenis. Lo cual de este último tiene un sueño, que con solo 22 años y una gran trayectoria en su historia profesional, podrá conseguirlo. Su deseo es: ‘’Ser número 1 del mundo. No hay otra. Ése es mi sueño grosso-grosso. Ése va a ser el sueño de toda mi vida. ’’. Una ilusión que todos los argentinos esperamos que se cumpla.
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